domingo, 12 de octubre de 2014

A suspiros.

No mires atrás.
Sé que no lo harás.
Porque me temes.
Y porque puedo controlarte a mi antojo. Como yo quiera.
Eres mi marioneta.
Puedo matarte
O que te des por muerto.
No mires atrás.
No te gires.
Estoy detrás de ti y lo sabes.
Acechándote.
Persiguiéndote.
Pisándote los talones, como si de tu sombra se tratase.
No sabes cómo librarte de mi.
No quieres.
No puedes.
Soy tu presa y a la vez tu cazador.
No mires atrás.
Porque sabes que te estoy cogiendo el cuello.
Y podría apretar más y más
Asfixiarte
Más de lo que lo estoy haciendo
ya
Poco a poco
Me alimento de tu energía
de tu alegría
y de tus ganas de vivir
y te mato
lentamente
aunque tú no te des cuenta
y cuando quieras morir
no podrás
porque yo ya te habré matado.
No mires atrás.
Se te puede caer la venda
y verme
por debajo.
Darte cuenta de que
estoy hecho de ti
y
acabar conmigo,
romper las cuerdas con las que te
he atado
y ver que sin ti no soy nada
y que tú lo eres todo sin mi.
No mires atrás.
No te enfrentes a mi.
Porque puedes salir ganando.
Eres fuerte
pero no lo ves
te he convencido de lo contrario
te he hecho creer
que eres un cero y que
nunca serás nada.
Te he inmovilizado
con mi hielo y con mi frío
y mis barrotes de acero
y tus alas
están rotas.
No mires atrás.
Porque soy inestable.
Y si me empujas y me apartas
dejaré de ser un monstruo y
me romperé en pedazos
dándote a ti mi vida
y necesito
seguir viviendo para
matarte a ti.
Porque el miedo es un asesino
y

mi vida
y
mi víctima.
No mires atrás.
Porque podrías matarme.

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