Me gustas cuando lees porque estás
como en tu mundo. Te siento a mi lado, pero sin embargo, estás
lejos, muy lejos. Eres realmente tú.
También me gustas cuando te esfuerzas,
cuando corres. Cuando quieres dar lo mejor de tí y asombrarnos a
todos. A mí ya me maravillas todos los días con esa aura pura e
inocente que tienes.
Es como si fueras un pequeño ángel.
Me gustas cuando sonríes, cuando eres
feliz y realmente se te nota. El mundo se para un instante y mi
corazón se hace un poquito más grande.
Me gustas cuando bailas y te mueves con
esa armonía, cuando dejas que tu alma se mueva libre y tú te mueves
al compás. Suave, equilibrado.
Me gustas tanto que ni sé como me
gustas, ni realmente sé cuánto eres capaz de gustarme.
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