martes, 22 de octubre de 2019

La chispa adecuada

Casi no me quedan palabras que dedicarte. Ni ganas de escribirte. Las huellas que dejas cada vez son más débiles y se diluyen con mayor facilidad, como lágrimas en la lluvia.

La última vez fue diferente. Había algo distinto. No me refiero a las palabras ni a las formas -que al fin y al cabo acaban siendo siempre las mismas-. Fue algo casi imperceptible, que flotaba en el aire. Algo que, efectivamente, me decía que aquella vez sí iba a ser definitivamente la última.

Espero que el tiempo barra toda la ceniza que se nos ha quedado dentro. Que deshaga nuestros recuerdos y los estropee como fotografías antiguas. Y que llegue el día en que no nos recordemos el uno al otro y seamos felices y comamos perdices.

Fin

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