Algo se ha roto, nada queda en pie,
los fantasmas se esconden en cada esquina.
El reloj marca las 5 de la madrugada
y en esta casa vacía nadie duerme.
La ansiedad que me aprieta el pecho me mantendrá
con los ojos abiertos esperando el peligro.
Esta noche hay tormenta eléctrica,
otra razón más para no dormir
(los truenos y los monstruos sacuden las puertas)
Y seré testigo de todo lo innombrable,
y me quedaré aquí hasta que ya no quede nada.
El viento recorrerá las habitaciones desiertas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario