martes, 29 de julio de 2014

Matilde.

Tienes que ser fuerte. Tienes que serlo y lo serás. Porque eres una guerrera. 
Aunque estés a miles de kilómetros de mí, cuando quieras llorar, piensa en mí y ríete, ríete de mi forma de cantar y bailar Dancing Queen mientras doy saltos en la cama, de nuestras historias, de las mil y una tonterías que compartimos. Cada una de ellas es un tesoro, un pequeño tesoro que vale más que cualquier otra cosa. ¿Y sabes por qué vale tanto? Porque eres tú. Siempre has sido tú, y lo serás. Mi compañera, la pieza que complementa el rompecabezas. Tú y yo, el equipo perfecto. Siempre juntas, la alta y la bajita.Únicas como nadie y tontas como cualquiera. Nuestras propias bromas, nuestros propios secretos. Nuestro pequeño gran universo interno, construido de una complicidad y una confianza que crece cada día.
Tú y yo. Contra el mundo.
Pasándonos notas en clase. Cantando a gritos en el pasillo. Nadando como señoras en la piscina. Marujeando a las 4 de la mañana.Quemando muñecos en san Juan. Cocinando pasteles arcoiris. Riendo. Llorando.
Quiero tejer una manta, usando como tela todos los recuerdos que compartimos, y como hilo, toda la confianza, el aprecio, y el amor que mi corazón es capaz de darte, para arroparte en ella y que sepas que voy a echarte muchísimo de menos y que no voy a olvidarte.
Quiero que eches esa manta en la maleta y que te abrigues con ella en los momentos fríos,cuando te sientas sola o cuando creas que la tristeza te gana la partida.
Teñiré esa manta con el color de la esperanza, para asegurarte que todo va a ir bien, y que yo voy a estar bien aquí, esperando tu regreso.
¿Recuerdas el trato que hicimos antes de que fueras a Alemania? Tú disfrutabas al máximo allí, y yo a cambio me esforzaba todo lo posible en el concurso de escritura. Tú te lo pasaste genial y yo me llevé el premio.
Pues ahora quiero que hagamos otro pacto. Tú disfrutas Canadá, quiero que le saques todo el jugo como si fuera una naranja, y yo a cambio, seré fuerte, le plantaré cara a todo lo que me venga y representaré lo mejor que pueda al tridente tan bueno que formamos Yixi, tú y yo.
Ya no sé qué más decir.Que te voy a echar de menos. Aunque creo que no hace falta realmente que lo diga.
Cat, te quiero.

sábado, 26 de julio de 2014

Y se nos fue.

Todos juntos formábamos un puzzle,del que cada uno de nosotros era pieza.
Al comenzar todo, el tiempo pasaba lento, y nos sentíamos grandes, invencibles, capaces de cualquier cosa; pero caímos en la trampa del que no sabe agarrar el momento y aprovechar el día en el que vive, y los días, meses, y años, empezaron a galopar, y nos dimos cuenta de que todo aquello no era sino tan efímero como el vuelo de una estrella fugaz, pero a la vez, tan poderoso, y sobretodo, tan bonito.
Y el destino revolvió las piezas del puzzle, las mezcló, y las desperdigó; las perdió, como un niño despistado que no sabe cuidar de sus juguetes.
Quizá solo quería enseñarnos que cada cual pertenecía a un rompecabezas, uno diferente, en el cual las demás piezas no encajaban. El caso es que lo que un día fue rutina se convirtió en un lejano recuerdo, sólo mantenido por un par de fotografías y recuerdos en la memoria que se emborronaban poco a poco.
Las caras cambian, las voces se olvidan, y los lugares se dejan atrás, pero esa emoción y ese sentimiento, que nos mantenía unidos y que entre todos formábamos, como piezas al puzzle, nunca morirá, ya que es lo único que el tiempo es incapaz de eliminar.
Dicen que, cuando una puerta se cierra, se abre una ventana, pero eso no implica que no vayas a quedarte mirando aquella puerta cerrada, cuya llave el tiempo (o qué sé yo, dolor,orgullo, cualquiera que fuera la causa) perdió, deshaciéndote en suspiros y dejando que la nostalgia te devore, cuestionándote qué darías por volver a cruzarla, volver a vivir aquella época, aquellos días llenos de color; sentirte tan viva de nuevo, oír tu propia risa mezclada con la de los demás, aquellos que en su momento eran partes esenciales de tu día a día y ahora no son más que extraños,personas que se fueron de tu vida y dejaron huella, huella que los años nunca podrán llevarse.
Nunca se olvidará lo que se ha sido.