Sé libre. Corre cuando quieras correr. Ríe a carcajadas cuando sientas que mueres por dentro. Salta, vuela, haz que tu alma rompa todos los esquemas. Muéstrale a los demás quien realmente eres. Sin máscaras ni nada que te esconda. Solo tú.
Canta hasta quedarte sin voz, baila hasta desgastar los zapatos. Haz que la música sea el maestro y tú la única melodía.
No te arrodilles ante el mundo, haz que el mundo se arrodille ante ti. Escucha a tu corazón cuando este intente hablarte, pero sin dejar de hacerle caso a a la razón.
Fíjate en el interior de una persona y no en lo de fuera, ya que es lo único que con el tiempo no se estropeará.
Ama con todo tu corazón, y cuando caigas, vuélvete a levantar.
Escucha a los demás si quieres que los demás te escuchen a tí. No hables, tan solo, escucha.
Mira al horizonte y continúa el camino en vez de quedarte estancado en él.
Nunca pierdas la esperanza. Lleva una sonrisa siempre, sé fuerte, y si no puedes, finge serlo, los demás no notarán la diferencia.
Antes de enamorarte de alguien, enamórate de tí primero.
Y por último, y sobre todo, cree en tí, porque si tú no lo haces, quién esperas que lo haga?
domingo, 28 de octubre de 2012
jueves, 11 de octubre de 2012
Música para mis oídos.
Como una melodía de piano. Tímida, que quiere hacerse oír pero no encuentra la manera. Haces soñar a cualquiera, que tenga la oportunidad de poder escucharte.
Eres demasiado efímera, tengo miedo del día que tus últimos acordes suenen, tu suave canción acabe y no vuelva a escucharte jamás.
Belleza a vista y oído, el mundo queda en silencio cuando te oye hablar, o simplemente, reír. Hay veces que curas todos mis males con el simple hecho de mirarme a los ojos, porque no hay nada más puro que tu mirada.
Daría todo por poder estar toda mi vida a tu lado, pero nunca diré siempre, porque ninguno de nosotros somos eternos. Ni tú, ni yo, ni nadie.
Suave música, eres tan bella y efímera como una nevada en el mes de enero. Tan delicada, tan etérea, tan hermosa. Casi podría compararte, dulce melodía, al latido de mi corazón, porque tú, sí, tú, es lo que me hace vivir.
Disfrutaré de la canción hasta el día que acabe, entonces, sé que no encontraré alguien tan hermosa como lo eres tú, pero ese día, aprenderé a apreciar el placer del silencio.
Eres demasiado efímera, tengo miedo del día que tus últimos acordes suenen, tu suave canción acabe y no vuelva a escucharte jamás.
Belleza a vista y oído, el mundo queda en silencio cuando te oye hablar, o simplemente, reír. Hay veces que curas todos mis males con el simple hecho de mirarme a los ojos, porque no hay nada más puro que tu mirada.
Daría todo por poder estar toda mi vida a tu lado, pero nunca diré siempre, porque ninguno de nosotros somos eternos. Ni tú, ni yo, ni nadie.
Suave música, eres tan bella y efímera como una nevada en el mes de enero. Tan delicada, tan etérea, tan hermosa. Casi podría compararte, dulce melodía, al latido de mi corazón, porque tú, sí, tú, es lo que me hace vivir.
Disfrutaré de la canción hasta el día que acabe, entonces, sé que no encontraré alguien tan hermosa como lo eres tú, pero ese día, aprenderé a apreciar el placer del silencio.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)